“Nunca es tarde para aprender” es un popular y acertado dicho que se aviva en el programa “Universidad para personas adultas mayores” de la Universidad de Cuenca en Ecuador, una experiencia que revaloriza el acceso al aprendizaje para este grupo etario y se muestra como un ejemplo para ser replicado en Chile.
El innovador programa fue dado a conocer en una reciente actividad online organizada por el Centro de Estudios para el Envejecimiento Activo (C2EA), un proyecto ejecutado por la Universidad de Talca y auspiciado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC). Desde Ecuador, el Dr. César Hermida, coordinador académico de la “Universidad para personas adultas mayores” fue el encargado de dar a conocer la experiencia, el método de trabajo utilizado y los alcances desde sus inicios en el año 2012.
La puesta en marcha de este programa ha significado romper con las concepciones asociadas a la vejez y cambiar la mirada al envejecimiento activo. “El módulo a muchos les ha cambiado la vida, aprenden a cuidarse en la salud, actúan colectivamente, muchos han iniciado emprendimientos novedosos, en fin, hay un cambio notable. Todos los participantes han ido al segundo nivel y van a continuar estudiando. Muchos fueron a la graduación con sus hijos, sus nietos y los comentarios familiares también son muy interesante”, explicó Hermida.
La “Universidad para personas adultas mayores” tiene un módico costo de matrícula y también cuenta con becas. Comprende módulos integrales de formación con diversos ejes como: salud, emprendimiento, vinculación, Tics, ludoterapia y ejes complementarios.
“Además de los aspectos cognitivos que propusimos en los diferentes ejes de los módulos están también otros componentes que ligan la parte lúdica y musical. Abren una posibilidad de compartir profesores y participantes, somos un solo grupo y vivimos las emociones de los logros académicos y los logros artísticos”, detalla el experto ecuatoriano.
Integración latinoamericana
Consultado sobre su visión de cara al envejecimiento activo en Chile, el experto ecuatoriano destacó el trabajo del C2EA como un faro en el camino por desarrollar políticas públicas para este grupo etario. “Yo sé la preocupación que tienen los chilenos por sus porcentajes de adultos mayores mucho más altos que los nuestros (en Ecuador) y otras áreas latinoamericanas, pero tiene dos aspectos cruciales: la inquietud de la universidad en la investigación interdisciplinaria como la respuesta del Estado para el financiamiento de los programas”, destacó.
Considerando los desafíos en esta materia, hace un llamado a la integración e intercambio de experiencias de países latinoamericanos. “Intercambiemos las experiencias a fin de que aprendamos mutuamente y nos estimulemos con lo que podemos hacer cada uno para que aprendamos y construyamos una linda experiencia latinoamericana de ejemplo para el mundo”, aseguró.
¿Podría replicarse en Chile?
Tras el evento online, el profesor Germán Lobos, director del C2EA valoró las herramientas que entrega la “Universidad para personas adultas mayores” de cara al envejecimiento activo. “Creemos nosotros que lo que hay que hacer es activar la vida desde los 60 años en adelante, no es el término de la vida es una etapa de la vida”, comentó.
A su juicio, esta iniciativa podría ser replicada en Chile y para ello el C2EA estima entregar propuestas que recopilen el aporte de esta experiencia internacional. “El Centro de Estudios para el Envejecimiento Activo tiene como una de sus prioridades proponer políticas públicas o programas sociales en beneficio de las personas mayores. Y en el ámbito de la educación, gestión de oportunidades y tener una mejor calidad de ocio podríamos tender a la propuesta de educación para personas mayores”, dijo.
“Dar un oficio, un título, un grado, que le permita a las personas mayores desempeñarse con un valor adicional, con conocimiento nuevo. Estos son pasos que estamos explorando para tender hacia el final del proyecto proponer estas políticas que se puedan materializar en un programa de formación para personas mayores”, agregó Lobos.
Una vez entregadas las propuestas, la disposición política será fundamental para su materialización, adelanta Lobos. “Necesitamos la recepción política, porque nosotros vamos a entregar evidencia científica de los beneficios que trae este tipo de actividades sobre la calidad de vida de las personas mayores”, concluye.